lunes, 14 de diciembre de 2015

Los maeros son güenos...

Vamos a hacer todos una cosa. Cuando veamos a un Policía Nacional o a un Guardia Civil por la calle, démosle las gracias por protegernos.

Es lo menos que podemos hacer por alguien que se juega la vida todos los días a cambio de un sueldo más que ridículo para el riesgo REAL que corre.



Son personas con hijos, madres, hermanos, familias!!!, que se arriesgan a morir un lunes cualquiera por, simplemente, pedirle la documentación a un delincuente. No os digo nada del riesgo que corren con tanto atentado y tanta guerra. Nunca saben si les va a tocar a ellos. Son los primeros en la línea de fuego. Los que se meten en las cloacas. Los que se ponen el uniforme todos los días al levantarse.

Los que llevan encima una pistola que mata, porque se enfrentan con gente que mata. Los que se meten en los sitios a ciegas, a donde nadie en sus cabales se acercaría jamás. Los que compran de su dinero el chaleco antibalas, que por cierto, pesa como un muerto, y lo tienen que llevar todo el día puesto, aunque tengan que estar de pié y al sol toda su jornada, por si en un tiroteo, tienen la suerte de que les salve la vida, y puedan volver a casa a tiempo de darle un beso de buenas noches a sus hijos.



Nos creemos que "no hacen nada", porque no estamos en su día a día cuando tienen que correr hacia algo o alguien sin saber lo que les espera.

Nos creemos que se limitan a "pasear con sus motos", porque no vemos cuando entran en un domicilio donde un hombre ha matado a su mujer, y tienen que aguantar las lágrimas ante una situación dantesca.

Nos creemos que "van de chulos", cuando tienen que recoger los pedazos de alguien que se ha arrojado a la vía del tren, o coger del suelo a un bebé arrojado por la ventana por su propia madre.

Estas barbaridades y muchas más pasan a nuestro alrededor, día si y día también, si, no sólo en las películas... pero no nos enteramos.

Y no nos enteramos porque ellos están ahí para protegernos. Porque ellos saben perfectamente quién es un peligro y están vigilando, sin que nadie se de cuenta.



Porque cuando los locos matan a mucha gente, ellos ya estaban detrás de ellos, pero por burocracia, por falta de medios, o por mil sinrazones, no han podido evitarlo. Qué más hubiesen querido!. Pero ellos no tienen la culpa de lo que ha pasado. Ellos son los que han evitado que eso pase muchas más veces. Y no nos enteramos.

Y la de veces que arriesgan su vida para que, una vez detenido el delincuente, el juez lo eche a la calle a las 2 horas... Y no se quejan.

Son PERSONAS, de carne y hueso, con miedos y sentimientos como tu y como yo. Personas normales, que eligieron ese camino porque tienen más generosidad, corazón y valentía que el resto de nosotros. Estarían mucho mejor siendo los dueños del bar de la esquina, o sentados delante de un ordenador en cualquier oficina. Pero han elegido jugarse el tipo por los demás. Y eso merece un respeto y un agradecimiento por nuestra parte, y no tirarles piedras cuando el gobierno les manda a una manifestación, donde van a garantizar la seguridad del que no ha ido a hacer daño.

No creo que a ninguno de ellos le haga mucha gracia estar delante de miles de personas de las que no saben sus intenciones, tu lo harías?. Yo no soy tan valiente. Por eso no soy Policía.



Por favor, no amenaces a tu hijo diciéndole: "Mira que llamo a la policía, eh?", porque los niños pueden interpretar que la policía es mala, y hacemos un flaco favor a las generaciones venideras. La Policía está ahí para AYUDARNOS, aunque a veces tengan que desempeñar papeles que no se entiendan demasiado bien por algunos colectivos. 

A la Policía hay que RESPETARLA, porque están ahí velando por nosotros.
POR TODOS. Seas del partido político que seas, de la raza o etnia que seas, y de la clase social que seas.

Y a la Policía hay que agradecerle que esté ahí por nosotros. Porque cada pocos días muere uno, en un atentado, en una persecución, en una guerra, o en el atraco del supermercado de al lado.

Su trabajo baila con la la muerte, todos los días.


Así que, cuando veamos a un Policía Nacional o Guardia Civil, démosle las GRACIAS, y alegrémosle un poco su día, lleno de malos tratos, asesinatos, sangre y muerte.

Tengo un amigo Policía Nacional, y estoy muy orgullosa de él. De él y de su mujer, que lleva años durmiendo sola en casa con sus dos pequeños, mientras su marido anda por las calles tratando con basura humana, de la que nada bueno te puedes esperar. Hay días que llega con un brazo roto de un forcejeo con un maltratador al que pilló pegándole a su mujer, o llega con un ojo morado por la persecución de un ladrón, o con un diente roto porque un simpático joven le lanzó una botella en el botellódromo. Pero lo importante es que llegue. Y nunca se queja. Y está orgulloso de su trabajo.

Y lo peor de todo, es la cantidad de imágenes que se quedan en su mente, de cosas que los demás sólo vemos en las películas y telediarios, y nos creemos que no pasan. Pero pasan. Y ellos están allí.

Olé por LA POLICÍA, ya sea NACIONAL o GUARDIA CIVIL, y espero que a partir de ahora, en vez de tenerles miedo, les regalemos una sonrisa y les demos las gracias por su trabajo. Seguro que nos lo agradecerán, y les haremos el día un poco menos duro.
Gracias Agente ;)



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