viernes, 8 de abril de 2016

Hijos: Deberes...

Ayer me aprendí la historia política del siglo XIX y todos sus reyes en orden cronológico. Es muy interesante. Mi amiga Sonia se está leyendo el Quijote por fascículos. Mi vecina Carmen hace unos disfraces de duende, de castor, o de patata que te caes de culo. Eva hace unos molinos de viento con palillos que flipas. Y la madre de Sergio, tiene una mano que pa qué haciendo experimentos científicos.


Si, a nuestra edad, nos vemos refrescando la memoria, o algunas como yo, siendo conscientes por primera vez de la lista de los reyes de España del siglo XIX y la evolución económica y social.
Por otra parte, mucho más interesante que la del siglo XX.
No recuerdo haber estudiado eso en la E.G.B. Claro, también influye que de eso hace unos... (esperad que haga la cuenta)... 35 AÑOS!!!... Lo raro sería que me acordara. Y no lo neguéis. Vosotros tampoco os acordáis.




Nos quejamos mucho (y con razón) de la cantidad de deberes que traen los niños. Hay incluso Change.orgs dedicadas al tema. En toda la historia de los tiempos, nadie recuerda que hubiese que estar 4 horas por la tarde haciendo deberes, además de las 5 horas que están en el cole por la mañana. Claro que antes íbamos al cole mañana y tarde. Y por eso somos la última generación que escribe con todas las letras, pone tildes, y sabe que las "haches", aunque sean mudas, hay que ponerlas.




Antes había deberes, claro, pero 4 cuentas o 3 frases y a jugar. A jugar con la pelota en el descampao de detrás, o con los Clics de Famóbil, o con los Mádelmans, o con el Cinexín los más pudientes, o a las canicas, a los cromos o a la comba en el rellano de la puerta. Pero JUGÁBAMOS. Aun estando en el cole mañana y tarde. A la rayuela!!!. Vamos, le dices a los niños de ahora que salten dentro de esos cuadrados y te escupen.

Ahora... Ahora no hay cole por la tarde, no. Pero ahora, las madres (y padres en algunos honrosos casos), hacemos por las tardes el trabajo de los profesores o monjas. Los niños vienen a casa con 23 ejercicios de mates, 6 páginas de lengua, 4 hojas de sociales, 4 canciones de inglés y un trabajo de naturales pa mañana.

¿¿Cómo??  ¿¿ Pa mañana??. . . Y de dónde saco yo ahora un experimento científico del que salga agua de un tubo y se produzca energía??
Y eso cómo se hace??
Y POR QUÉ LO TENGO QUE HACER YO??

Es alucinante esto oye...
Lo mismo te ves haciendo un corazón de plastilina en 3D, con todos sus ventrículos, arterias y cavidades, que poniendo purpurina a bolas de corcho para el árbol de navidad del cole, que preparando en inglés un trabajo sobre Shakespeare...

Yo no sé si es que los profesores que mandan tantos deberes no tienen hijos, o que no los ven mucho, porque estoy segura que si los tuvieran, no harían esas cosas. No les mandarían a los niños esa burrada de páginas y ejercicios, y para rematar, el trabajito o el disfraz de turno, que ¿¿quién lo acaba haciendo a las tantas de la noche??? LA MAAADREEEEE.

Y mira que yo no soy la típica madre que le hace los trabajos al nene, tengo mu mala follá yo pa eso. Si se lo han encargado a él, es pa que lo haga él, que la nota se la van a poner a él, no a mi, y que si se lo han puesto, es por algo. 

Y que yo ya tengo casi 47 años y no me da la real de la gana de pasarme la tarde haciendo disfraces pa 10 minutos de función, ni preparando una exposición sobre los minerales calcáreos de la corteza terrestre andaluza.
NO.
Prefiero que vaya al cole sin hacerlo, y se responsabilice de su trabajo. Si se lo hago yo, qué aprende?

Y todo esto viene, a que ayer, tocaba el tema de la política en España en el siglo XIX. Y oye, me gustó. Cuando me tocó estudiar eso, con 12 años, no me interesaba un pimiento, como cabía esperar. Pero ni a mí, ni a nadie de 12 años en su sano juicio.

Pero ahora, sabiendo lo que sabemos, y aguantando lo que aguantamos, gusta enterarse de que la gente se cabreaba porque el rey de turno era un mangante, y lo obligaban a abdicar, que había revueltas, levantamientos, y que el poder del pueblo era real, porque si se ponían flamencos, se cargaban a quien hiciera falta.

Ahora estamos todos tan callaícos... que ni viendo las burradas que vemos todos los días, nos da por protestar. Bueno si, protestamos en Facebook y Twitter, que es más cómodo y más limpio que salir a la calle a pegar tiros.

También la Lengua Española ha cambiado que es una barbaridad. Lo que antes era un "Objeto directo", ahora es un "Complemento lexativo determinante circunstancial de modo". Lo que antes era una simple "oración", ahora es un "Enunciado que puede ser nominal o verbal".
Así no hay manera hombre. Cuando viene el niño y te pregunta, se te queda una cara de analfabeto que no puedes con ella.
Y digo yo... ¿Alguno ha necesitado analizar sintácticamente una oración en su vida profesional o personal? . . . Porque pal coñazo que nos dan, muy útil y práctico no parece que sea...


¿Y las matemáticas?... ¿Dónde dejamos las matemáticas?... Con 10 años ya tienen que saber calcular el área de un hexaedro tetrapolar, o las botellas que lleva un camionero de Madrid a Barcelona si va a 120 Km/h. y se le pincha una rueda, o la velocidad que alcanza un galgo cojo al pasar por Cáceres, teniendo en cuenta que comió pienso del Carrefú. Es alucinante.

Yo no sé qué quieren conseguir los que inventan los temarios estos. De verdad que a veces, me quedo mirando al techo con cara de esquizofrénica, sin saber qué hacer. Bueno, aparte de dar 4 gritos y tirar el libro al váter, que es una muy buena solución en esos casos de bloqueo mental.

El problema, es que cuando vuelves en si, tienes que pensar una excusa para que el niño lleve al cole el libro chorreando sin que cuente lo que ha pasado, y encima, enseñarle que nunca hay que mentir.

Hoy en día es muy duro ser madre. Es muy duro ser padre. Es más duro aun ser madre soltera. Pero lo que debe ser duro de verdad, es ser niño.
Estos niños no son niños. Son almacenes de información ininteligible para sus pequeños cerebros y su corta experiencia en la vida. Los quieren convertir en clones, en robots, en inútiles que sepan mucha teoría pero tengan poca práctica.
O sea, tontos.

La solución es ponerle al niño/a un profesor/a particular todas las tardes, así le amargamos la infancia y quizá de mayores no le pongan profesor particular a sus hijos. No pasa nada por suspender algún examen de vez en cuando. No pasa nada. Tranquilo. Eso significa que su hijo es normal.

Los de nuestra generación hemos conseguido ir a comprar y que no nos engañen al darnos la vuelta. Hemos conseguido saber lo que va a tardar nuestro tren en llegar a Barcelona si sale a las 10, o lo que pasa si hierves el agua y metes el dedo. Porque con la práctica se aprende más y mejor que con la teoría.

Y nosotros jugábamos. Nosotros no nos pasamos la infancia sentados delante del libro, y al terminar, de la maquinita o la tele.Nosotros nos manchábamos de tierra, nos echábamos abajo las rodillas subiendo a árboles, nos caíamos de la bici y nos tirábamos por las cuestas con la patineta. Y no se acabó el mundo.
Tuvimos una infancia feliz.
Ahora por las tardes hay "Actividades extraescolares", que vienen a ser lo que hacíamos antes en la calle y en casa pero organizados por grupos y pagando. Y teniendo que llevarlos y recogerlos a la hora. Un atraso.

Quizá lo de antes era mejor. Quizá la moda esta de que los niños dejen de ser niños cuanto antes, no tenga sentido. Que oyes hablar a dos niños de 12 años, y no entiendes el lenguaje tecnológico o de videojuegos que usan. Y saben ya cosas que nosotros aprendimos con 21 años. De hecho ahora son ellos lo que en casa instalan la Smart TV, formatean el disco duro del ordenador o resetean el router.
A mi me da un poco de sustillo tanta precocidad infantil.

Y el material escolar???. Antes con una goma Milán de 5 pesetas y un lápiz Alpino de 10, teníamos pa varios años. Incluso pasaban a nuestros hermanos pequeños. Y tan contentos.
Ya estamos como nuestras abuelas que hablaban en reales, nosotros en pesetas, y los niños lo verán igual de antiguo ;)

Ahora llevan una maleta llena de toda clase de artilugios. A saber: Un sacapuntas que tiene un almacén para los restos de sacar punta y una goma que no borra en el otro extremo (eso no tiene nombre, no?); un bolígrafo Pilot de cada color; reglas de todas clases (pero sólo usan la recta); lápices de colores; rotuladores de colores; ceras de colores; compás (que tampoco parece que lo usen nunca); corrector (tipex); portaminas (lo que viene siendo un lápiz pijo, vamos), pegamento de barra (que sirve para todo menos para pegar), tijeras de punta "roma" (menuda cursilada de nombre), doscientas libretas, etc, etc. . . Y en clase tienen pizarra digital.

Y puedo seguir dos o tres días escribiendo sobre lo que ha cambiado el cuento desde nuestra época a esta. Antes se te ocurría ir a clase sin saberte la tabla del 4, y además de pasar la mayor vergüenza de tu vida (de hecho, a mi no me se olvida ese fatídico día), la monja llamaba a tus padres, se pasaban dos horas hablando, y te castigaban sin salir a jugar y sin ver Mazinguer Z. Ahora suspendes 7 exámenes seguidos y vas a las 25 excursiones programadas sin problema. Esa es otra. Nos cuestan más las excursiones de un curso que mandar al niño a Irlanda los tres meses de verano.

...En fin, este tema da para muchos párrafos, pero lo dejo ya, que algunos habrán abandonado a la mitad, y el resto estaréis deseando terminar para decirme !!Que es mu largo!!

Continuará...

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